En síntesis, lo que cada año se celebra el 31 de octubre no es una inofensiva fiesta de disfraces, sino una tenebrosa y diabólica. Dicho esto, aprovecho para responder una pregunta que respecto al particular, algunos hermanos cristianos hacen en estos tiempos: ¿Debemos los cristianos celebrar halloween?
La respuesta es un rotundo no. Ningún cristiano debe participar, ni comer absolutamente nada relacionado con dicha ocasión, ni permitir que sus hijos lo hagan bajo ningún concepto.
Mi respuesta reposa en esta cita bíblica: << No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios >> (1 Corintios 10:21).
Por si aun hubiese alguna duda, concluyo con la siguiente pregunta: ¿Celebraría Jesucristo una fiesta diabólica?
Hasta la próxima.
Dr. Frank Huertas.