Nos pueden también cerrar el correo…
entrar retrasados al colegio…
Pero nunca faltes a tu cita
en la cena del Cordero.
Allí te espera tu silla
desde hace mucho tiempo…
Aprovecha bién tus días.
Sube o baja…
corre o quedate quieto…
con miel o con vinagre…
traspasado por los tormentos,
o en la cima de la dicha;
haz todo de tu parte
para ese gran encuentro,
pero no faltes a tu cita
en la cena del cordero.
"Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios". Apocalipsis 19:9
Dra. Silvia Huertas, D.Div. PhD.