No dejes que la impaciencia, como mosquito que zumba dentro del mosquitero, te haga saltar antes de tiempo; y digas lo que no debes, y con quien no tienes que hacerlo. Toma control – cálmate – no dejes que nada te asuste; confía en lo que has adelantado hasta ahora; no pierdas la meta de lo que te has propuesto; cuenta con tu oración al Señor; y después descansa en él. Ah, y no olvides, que el que anda como león no le tiene miedo al oso.
Dra. Silvia Huertas