TODO lo cambia.
Habla con El y deja alli a su cuidado todo lo que te pasa, pronto podras ver luces y sabras andar por la senda adecuada.
El amor de Dios no cambia, ni se traslada. Donde tu le
llames, El vendra; donde El llega, las cosas cambian.
Recuerda el Salmo 27:3 "Aunque un ejercito acampe contra mi, no temera mi corazon; aunque contra mi se levante guerra, yo estare confiado".
En tu corazon abraza esas palabras porque Dios
nunca te falla!
Dra. Silvia Huertas